“estábamos bien,
y poco a poco empezábamos a no pensar,
se puede vivir sin pensar”
Casa tomada.-
Perplejo por mi falta de propulsión,
me recorta frenéticamente al bies
[claro, por el contorno]
con su propia saliva me pega en la ventanilla,
y me deja.
debo confesarte que la molestia continua,
no es sencillo mantener los brazos como asas.
por lo demás, bien, y gracias por preguntar.
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