y nunca distinguir el tono malicioso /
y aceptar la paga con fluidez y ligereza /
y mantener cerradas las ventanas/
y abiertas las cortinas/
y ponerse el pijama de noche/
y la sonrisa de día/
y ser sensible en lo obvio/
y obstinado en el odio/
y tozudo en la miseria/
y orgulloso en la riqueza/
y nunca, nunca
olvidar la dirección de mi casa.-
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