como si pudiera correr por fuera de mi
bajo el asfalto,
tras el gentío,
y contornear mi maxilar multiforme,
y respingar mi nariz
y aspirar el olor acéfalo de tu ironía,
y cortarme al bies
y desglosar mi carne
y aferrarme,
y aferrarme al azulejo
con la fuerza espasmódica de la alcantarilla
“la espátula tendrá el poder de desinflarme”
(por fin,
mis ojos delineados)
y desglosar mi carne... es increible.
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